A pesar de ser tan diferentes en apariencia, tanto Prados como Altolaguirre coinciden en el uso de las formas populares para transmitir el humanismo de su poesía, aunque el mayor de los dos, Prados, va a decantarse por el compromiso social fundido con el surrealismo, mientras que Altolaguirre se refugia en un espiritualismo humanista. A la vista del texto anterior, ¿pueden considerarse estos escritores poetas menores de su generación?
Evidentemente, no.
La poesía de ambos es de un gran nivel y solo queda relegada por la grandeza de los otros componentes de la Generación. Sin embargo, la generosidad de ambos queda patente. Altolaguirre, junto a Prados, son los grandes "impresores" de la obra
del 27. Por sus editoriales e imprentas pasan todos los autores de la
Generación. En 1924 se asocian para crear la imprenta Sur, en la que
salió, desde 1926 a 1929, la revista Litoral
con sus anejos, que en conjunto significan lo más importante de la
lírica del momento. En 1930 y 1931 viven en París, publicando bellos
libros en una imprenta portátil.
Al año siguiente marchan ambos a Londres donde, ayudados por Pérez de Ayala, entonces embajador, fundan la revista 1616. De regreso a España, en una nueva imprenta que llaman La Verónica, editarán la revista que dirige Neruda, Caballo verde para la poesía, y la famosa colección Héroe.
Abandonarán España tras el pronunciamiento de Franco.