2. Dando una vuelta

Hasta ahora, todos los ángulos que hemos visto han sido agudos, menores de 90º. Pero claro, con esto no basta. Ha llegado el momento de ampliar el abanico de ángulos, de hacer giros más amplios. Incluso de dar vueltas y más vueltas.

 

 

Estos ángulos mayores que un ángulo recto también tienen sus razones trigonométricas. Es decir, podríamos calcular la tangente del ángulo que describe la bailarina, la cuestión sería saber, en primer lugar, cuánto vale ese ángulo.

Además, hay que tener cuidado con los ángulos grandes, no vaya a ocurrir que el giro que demos a nuestras vidas nos sirva para quedarnos como estábamos.