El camino más corto: Unos catetos muy listos
En octubre de 2010 saltó a los medios de comunicación la noticia de un fallecido en accidente de tráfico debido a un error en la ruta que le indicaba su "GPS".
La versión digital del diario ABC del día 4 de octubre de 2010, titulaba de la siguiente forma la información referida a esa noticia.
|
Edición digital del diario ABC, 4 de octubre de 2010 |
En realidad no fue el GPS lo que falló, sino el navegador que llevaban en el coche. Casi todos estamos familiarizados con el uso del GPS, pero, ¿cómo funcionan? ¿qué hay detrás de esa pequeña maquinita?
Como has podido comprobar, en la trastienda de nuestro navegador se esconden multitud de cálculos. Entre ellos, cálculos trigonométricos. Hasta hace bien poco tiempo, para que un piloto de cualquier nave supiera en qué punto de la Tierra se encontraba, era necesario que hiciera unos cálculos largos y engorrosos con la ayuda de tablas trigonométricas y diversos aparatos mecánicos de medición.
Ese fue uno de los motores que llevó a la creación de la trigonometría, la necesidad de situarnos, de saber en dónde estamos. Hubo otros, la astronomía, la medición de distancias... ¿Te acuerdas de nuestro pobre amigo Sinuhé, el de la historia inicial, "ayudando" a su jefe Erastótenes a medir el perímetro de la Tierra?