2. El Quijote
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Como ya has podido comprobar, Cervantes tuvo una vida azarosa y difícil. En todas sus andanzas siempre anduvo cerca de los libros, de los que adquirió una vastísima cultura y a los que dedicó sus esfuerzos creativos, en busca de un éxito que no siempre encontró. Después de haber vivido en Andalucía, y ya instalado, en la etapa final de su vida, en Valladolid -sede de la Corte Real desde 1601-, encontró la inspiración necesaria para dar a la luz, con la intención inicial de hacer burla de los populares libros de caballerías, una obra asombrosa, única, arrolladora, que lo ha convertido en un autor de culto en el mundo entero. Este prodigio literario fue publicado en dos partes: una primera en 1605, bajo el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y otra en 1615, titulada Segunda parte del ingeniso caballero don Quijote de la Mancha.
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Imagen de Desconocido bajo Dominio público |
"Desocupado lector, sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza; que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación? El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas y ofrezcan partos al mundo que le colmen de maravilla y de contento. Acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea sus faltas, antes las juzga por discreciones y lindezas y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires. Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de Don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte, casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen, lector carísimo, que perdones o disimules las faltas que en este mi hijo vieres, pues ni eres su pariente ni su amigo, y tienes tu alma en tu cuerpo y tu libre albedrío como el más pintado, y estás en tu casa, donde eres señor della, como el rey de sus alcabalas, y sabes lo que comúnmente se dice, que debajo de mi manto, al rey mato. Todo lo cual te exenta y hace libre de todo respecto y obligación, y así, puedes decir de la historia todo aquello que te pareciere, sin temor que te calunien por el mal ni te premien por el bien que dijeres della."
1. Quijote. 2. Sancho. 3. Sansón Carrasco. 4. Cura (Pero Pérez. 5. Sobrina. |
a. Teresa. b. Ama. c. Dulcinea. d. Caballero de la Blanca Luna. e. Barbero. |
Banco de palabras: retórica, diálogo, crítico, caballería, reales, ánimo, prosa, estilo, contenido, variedad, parodia, decoro, niveles.