1. La clave está en distribuirse bien
Para comenzar te proponemos un juego, una carrera de caballos un poco especial.
El juego, es un experimento aleatorio (influye el azar), consistente en:
- Tenemos 12 caballos, numerados del 1 al 12.
- Tiramos dos dados y sumamos las cantidades obtenidas en ambos.
- Avanza una posición el caballo cuyo número coincida con la suma obtenida en el paso anterior.
- Gana la carrera el caballo que llegue antes a la Meta, tras concluir el número de tiradas acordadas. Es decir, si decidimos jugar una partida de n=30 tiradas, ganará la carrera el caballo que esté más adelantado tras concluir la serie de 30 lanzamientos.
Experimenta con el siguiente simulador.
Para ello, ve modificando el número de tiradas y anotando qué caballo gana cada carrera. También puedes coger dos dados y jugar manualmente.
Tras jugar varias veces, seguro que habrás observado varias cosas:
1. En realidad el juego no es más que la repetición de la variable aleatoria X: "suma de los valores obtenidos al lanzar dos dados".
Pero, ¿todas las sumas tienen las mismas probabilidad de salir? La respuesta es no. No son equiprobables y, por tanto, todos los caballos no tienen las mismas posibilidades de ganar. ¡Es un juego con trampa!
2. El caballo número 1 no se mueve de la salida, puesto que es imposible que al lanzar dos dados la suma de los valores obtenidos sea 1.
3. Los caballos número 2 y 12 tiene muy pocas posibilidades de ganar el juego puesto que sólo se obtiene con los valores (1,1) y (6,6).
4. Parece claro que la sumas 6, 7 y 8 son las que tienen más posibilidades de salir, y por tanto, los caballos con estos números son los máximos aspirantes a avanzar en cada tirada y, por eso, más probabilidad de ganar las carreras.
Conclusión: Si alguna vez te topas con este juego, y debes apostar a un caballo, elige entre estos dos caballos y nunca elijas el 1 o el 12.
Hay distintos tipos de variables aleatorias, y en ellas se basan los juegos de azar. Durante este tema y el siguiente irás descubriendo sus propiedades.