La ruta de la vida: éxitos y fracasos.

Nuestra vida no siempre es un camino de rosas, en ella, también encontramos espinas. Es un entramado laberíntico muy complejo y la ruta en el mapa no siempre está demasiado clara. A veces nos viene dada, nuestras "cartas" están marcadas pero, en la mayoría de las ocasiones, somos dueños de nuestro propio destino y podemos reorientar nuestro rumbo.

Entonces, ¿qué papel juega el azar?

El azar representa un papel de actor principal, ya que una vez que tomamos una decisión, el camino emprendido puede ser irreversible o difícil de rectificar.

A veces, en cuestión de segundos, debemos tomar una decisión que nos condicionará el resto de nuestra vida.

Pero, ¿y si nos equivocamos? ¿Qué ocurre cuando erramos en nuestra decisión y vamos a parar a un punto al que no queríamos llegar y donde no queremos estar?

Llegamos a este punto, eligiendo un determinado camino, condicionados por nuestras creencias, guiados por nuestra intuición (otra vez, el azar), por tomar la ruta más cómoda o la que elige todo el mundo, por evitarnos esfuerzos o, quizás, por "relajarnos en exceso y quedarnos dormidos en los laureles".

Pero, no pasa nada. ¡Rectificar es de sabios!

Las vidas exitosas están esculpidas a base de esfuerzo y talento, pero también de intuiciones y decisiones erróneas.

Lo importante, no es acertar o fallar. La clave está en no quedarnos estancados (en el éxito) o en aceptar que algo no ha salido como esperábamos (fracaso) y, lo más importante, buscar otro itinerario.

En cada situación, debemos aprender de la experiencia y extraer el "aroma" (la esencia) para: "seguir tomando decisiones en la ruta de nuestra vida, que nos permitan, a ser posible, circular el mayor tiempo posible por autopistas y nos alejen de caminos empedrados llenos de obstáculos, aunque hemos de reconocer que en estos últimos es donde verdaderamente se aprende".

Tras la lectura de este texto, recomiendo veas este vídeo dónde Steve Jobs (Presidente Ejecutivo de Apple) hace un recorrido por la ruta de su vida en un brillantísimo discurso durante un acto de graduación en la Universidad de Stanford.