6.2. Contaminación del suelo
Hasta hace poco tiempo, tan solo se hablaba de contaminación del agua y del aire, puesto que se consideraba que los suelos poseían una gran capacidad de autodepuración, pero esta situación ha cambiado, la capacidad de los suelos para asimilar las intervenciones humanas sin deteriorarse ha sido ampliamente sobrepasada en muchos lugares, provocando un contaminación tan intensa que el suelo queda estéril durante años.
Hoy en día, la contaminación constituye uno de los aspectos más importantes en la degradación de los suelos.
La contaminación se asocia con una entrada de sustancias que, a partir de una cierta concentración deben considerarse como no deseables.
La contaminación produce efectos desfavorecedores en los suelos como:
- Disminución cualitativa y cuantitativa de la actividad biológica, especialmente de los microorganismos, alterando el ciclo normal del suelo y su poder de autodepuración.
- Disminución del rendimiento de los cultivos. La contaminación puede alterar la composición de los productos, con riesgos para la salud de los consumidores, al entrar ciertos elementos en la cadena trófica.
- Contaminación de las aguas superficiales y freáticas.
Algunas de las principales causas de contaminación del suelo son:
- La agricultura, debido al uso de productos agroquímicos como fertilizantes y herbicidas.
- La sobreexplotación de acuíferos en zonas costeras, el empleo de aguas de riego con sales y el abuso de fertilizantes origina la salinización del suelo
- Procesos como la lluvia ácida origina la acidificación del suelo
- La minería modifica el paisaje y descarga residuos tóxicos (caso de algunos metales) que al ser lavados por las lluvias, contaminan el suelo y los acuíferos.
- Las basuras no tratadas y acumuladas en los vertederos. Al igual que en el caso de la minería, el lavado de compuestos termina por contaminar suelo y acuíferos.
- Residuos industriales, especialmente los provenientes de las industrias químicas.
El vídeo resume las principales causas y consecuencias de la contaminación de suelos, mostrando imágenes, por desgracia muy frecuentes, de casos evidentes de mala gestión y contaminación.
- Ajustar los aportes de abonos y aplicarlos correctamente: El exceso de abonos no conduce a mejores cosechas, cuesta caro al agricultor y al medio ambiente. Se debe ajustar los aportes de abono a las necesidades del cultivo y las características del suelo, de forma que los nutrientes estén disponibles cuando la planta los necesite.
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Evitar la erosión: Reducirla significa conservar la fertilidad del suelo. Por ello, es muy importante tomar medidas para reducir los procesos erosivos. Algunas de estas medidas son:
- Labrar el suelo según las curvas de nivel, nunca en la dirección de la pendiente;
- Mantener el suelo cubierto de vegetación, la cual fija el suelo y evita el impacto de la lluvia, mediante cubiertas herbáceas en los cultivos leñosos, abonos verdes en los periodos sin cultivo y realizar barbechos semillados;
- Cuando el suelo no puede tener vegetación cubrirlo con acolchados, por ejemplo de paja. Reducir el laboreo y evitar especialmente aquellas labores que dejan el suelo muy disgregado.
- Practicar la agricultura ecológica: Las técnicas de agricultura ecológica basan la fertilización en los aportes de materia orgánica, los abonos verdes y las rotaciones de cultivos. Estas técnicas favorecen una buena estructura del suelo, que reduce la erosión, y mantienen niveles bajos de nutrientes libres en el suelo, evitando que puedan ser arrastrados hasta los cursos de agua.
- Impedir los vertidos: Las granjas y las industrias agroalimentarias, producen residuos líquidos con una elevada carga orgánica (purines, alpechines, etc.). Estos residuos tienen una gran capacidad contaminante, por lo que se deben depurar antes de su vertido. Igualmente se deben almacenar durante el menor tiempo posible y en instalaciones que garanticen que no se producen fugas o infiltraciones. La mayoría de estos residuos pueden ser empleados como abonos con un mínimo de tratamientos sencillos y económicos, como el compostaje. De esta forma pasan de ser residuos a ser un importante recurso para la agricultura.