En nuestra vida diaria establecemos comparaciones de manera natural. Es algo intrínseco a la naturaleza humana. Dados dos objetos cualesquiera, no hay cosa que genere más curiosidad en nosotros que establecer comparaciones entre ellos.

El Universo, según palabras del propio Galileo Galilei, está escrito en el lenguaje de las matemáticas. Por tanto, las matemáticas no podían quedar al margen de estas comparaciones.

Acabamos de ver en el tema anterior cómo obtener los valores que hacen cierta una igualdad entre los dos miembros de una ecuación.

Dicho de otro modo, hemos encontrado el valor númerico (llamado solución de la ecuación) que al sustituirlo por la incógnita (la letra de la ecuación) hace que ambos miembros valgan lo mismo y se mantengan como una balanza en posición de equilibrio.

A partir de ahora nos vamos a dedicar a intentar encontrar aquellos valores de la incógnita que rompen el equilibrio.

Es decir, buscaremos los valores numéricos de la letra, que hacen que la balanza se incline hacia uno u otro lado (hacia uno u otro miembro) generando una desigualdad.

Foto de ckmck con licencia CC BY 2.0 DEED	Foto de daquellamanera con licencia CC BY 2.0 DEED

Tras convivir y profundizar en el desequilibrio con cifras y letras (inecuaciones) durante gran parte del tema, buscaremos de nuevo el estado de equilibrio, vuelta a la normalidad, pero esta vez con varias balanzas al mismo tiempo (equilibrio simultáneo), a través del estudio de sistemas de ecuaciones con varias incógnitas.