Modalidades textuales. La oración compuesta (I): Mejoramos la expresión escrita corrigiendo vicios del lenguaje
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Imagen 1. Elaboración propia
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En este Tema vamos a centrarnos en el estudio de algunos vicios cada vez más extendidos del lenguaje. Nuestro propósito, evidentemente, es que consigas evitarlos en la elaboración de tus propios textos, tanto orales como escritos. Por ello te invitamos, una vez más, a que asistas a las clases de Sara. Adelante:
¿Recordáis los manuales de estilo? Ya hablamos de ellos en su momento —comenta Sara—. Es evidente que, como ya hemos dicho en más de una ocasión, en la actualidad ha aumentado considerablemente el número de lectores de la prensa escrita. Los periódicos han demostrado su interés por el uso de un lenguaje correcto mediante la publicación de estos libros. Se trata de un conjunto de normas encaminadas a que los redactores puedan resolver en ellos sus dudas y consigan escribir sus textos con propiedad léxica, ortográfica y gramatical.
Aun así, ya hemos comprobado en esta Unidad cómo a través de los artículos periodísticos se extiende un buen número de eufemismos, galicismos y determinadas expresiones incorrectas que estudiaremos en este tema con detenimiento. El objetivo principal es, una vez más, mejorar la expresión oral y escrita.
Por supuesto, nuestra competencia comunicativa nos orientará sobre el uso del lenguaje que debemos hacer dependiendo de la situación en la que nos encontremos y de quién sea nuestro receptor. Sin embargo, en todos los casos, este uso debe ser adecuado, sin contravenir las reglas establecidas por la Real Academia de la Lengua Española, máxima autoridad al respecto.
Fijaos en lo que dice Tomás Hoyas, premio de Periodismo Miguel Delibes, sobre la lengua:
"Porque ese bien tan precioso como indispensable que es la lengua, la sustancia primera y última del pensamiento, sabe acomodarse o resurgir, mezclarse híbrida y mestiza, permanecer intocable como un museo indestructible. O hacerse amiga de préstamos e intercambios con la humildad que solo poseen los inmortales. La lengua siempre vive en casa del herrero con cuchillos de palo. Es una herencia tan maravillosamente habitual que solemos dilapidarla sin ningún escrúpulo, casi como los amores de madre, que son ciegos y nunca los echamos de menos. Pero la lengua es amable incluso con quienes resultan sus amistosos enemigos, y nos ha dejado en usufructo el habla, para que cada uno vista el lenguaje con ropajes de adjetivo carmesí o harapos empolvados de desidia y desconocimientos."
Os propongo el siguiente método de trabajo —continúa Sara. Vamos a diferenciar cuatro grandes grupos para el estudio del uso inapropiado de la lengua:
- Vicios léxicos: eufemismo, sesquipedalismo, vulgarismo.
- Vicios morfológicos y sintácticos: anacoluto (solecismo), redundancia, queísmo, dequeísmo, leísmo, laísmo, loísmo y otros.
- Vicios semánticos: anfibología.