3.3. La incineradora

Imágenes de dominio público (1) Basura peparada para ser incinerada; (2) quema de basura, autor:Claush;
(3) Incineradora (imagen bajo licencia de Creative Commons), autor: Kuebi

 

En la actualidad se está planteando la incineración como una posible reducción drástica del gran volumen de residuos sólidos que se generan pues además, los vertederos ocupan grandes espacios y se está llegando a la colmatación de muchos de ellos. En realidad, en el proceso no se elimina el residuo, sino que se transforma, convirtiéndose en gases y otros sólidos (cenizas y escorias).

La incineración se realiza en las plantas incineradoras donde se realiza la combustión controlada de los residuos a altas temperaturas (850-1000ºC), produciéndose así la oxidación de la materia orgánica. Como resultado se obtienen cenizas y escorias (materiales incombustibles, que podrán ser utilizados como material de relleno en obras públicas), gases (algunos tóxicos como las dioxinas) y partículas en suspensión que deberán ser filtradas para que no pasen a al atmósfera.

Los residuos obtenidos no puedan utilizarse son transportados a los vertederos controlados.

Muchas incineradoras tienen sistemas de transformación de la energía eléctrica, lo que permite producir energía calorífica y, con ella, electricidad, aunque, debido al bajo poder calorífico de los residuos domésticos, no suele ser un proceso eficiente.