3. Gestión de residuos sólidos


Imágenes bajo licencia de Creative Commons. Supermercado (1) autor:astro1991 (2) autor:Fernando Stankuns

A medida que la cantidad de residuos ha ido aumentando y su peligrosidad e impacto para el medio ambiente ha ido conociéndose, las administraciones de los distintos países han ido dictando normas para evitar su peligrosidad mediante una legislación que regule el tratamiento y eliminación de dichos residuos, imponiendo multas a los infractores según el principio de: “quien contamina paga”. No obstante, es frecuente que a las empresas les resulte más rentable pagar dichas tasas antes que actualizar sistemas de recuperación, tratamiento y eliminación de residuos.

En la actualidad se pretende aplicar una legislación más estricta, y una concienciación ciudadana en torno al siguiente principio “producir más limpio es más rentable que limpiar”. Para ello cualquier política de gestión de residuos debe ir encaminada a disminuir el número y volumen de residuos generados.

Para reducir o disminuir la producción y consumo de residuos se sigue la regla de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar.

Reducir: la producción de residuos. Para ello se debe mejorar la eficacia en el uso de los materiales y la energía.

Reutilizar: volver a utilizar los productos tantas veces como permita la vida de estos antes de desecharlos, para intentar retrasar el momento en que los materiales o productos ya utilizados se convierten en residuos definitivos.

Reciclar: los productos y los materiales para un nuevo uso antes de su eliminación, es decir, aprovechar un residuo como materia base para la fabricación de nuevos productos, que pueden ser iguales a los iniciales o diferentes.

En el reciclaje se aprovecha un residuo como materia prima para la fabricación de nuevos productos. De esta forma se pueden “renovar” hasta el 85% de los residuos, principalmente papel, plásticos, metales y sobre todo el vidrio realizándose una separación en origen o en destino. Con este tratamiento se ahorran una gran cantidad de recursos materiales y energéticos, eliminando al mismo tiempo los residuos.

 

 

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Consulta en la animación inferior qué destinos pueden tener los distintos elementos que forman nuestro hogar (reutilización o reciclaje).