3.1. Factores formadores
Imágenes de animación bajo licencia Creative Commons, autor: Nacho Benvenuty.
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La formación y estado final de un suelo depende de una combinación de distintos factores.
a) El tiempo es un factor clave. Debe existir tiempo suficiente para que se origine un determinado espesor así como una diferenciación en capas y horizontes.
Según el tiempo podemos distinguir:
- Suelos maduros: cuando los procesos edáficos han actuado en el tiempo necesario como para adquirir un perfil de equilibrio con las condiciones ambientales.
- Suelos jóvenes: tienen muy poco desarrollados sus horizontes o su perfil y tienen que evolucionar hasta alcanzar el equilibrio.
El tiempo necesario para que se desarrolle un buen suelo oscila entre decenas y miles de años. En nuestras latitudes se genera 1 cm de suelo cada 500 años aproximadamente.
b) Material parental o roca madre: la litología de la roca madre que sufre la meteorización está relacionada con la composición del suelo que se origine (sobre todo en aquellas zonas donde domina la meteorización física sobre la química). También la textura de la roca madre condiciona algunas características del suelo como la porosidad, permeabilidad, granulometría, etc.
c) Topografía: controla la distribución de los suelos en las distintas zonas. En zonas con fuerte pendiente, que poseen importante escorrentía y gran erosión, no se desarrollan buenos suelos. En zonas de umbría, donde existe mucha vegetación, se originan mejores suelos que en zonas de solana.
d) Factores biológicos: los animales y vegetales ejercen un papel muy importante en la formación del suelo. Las plantas contribuyen a mantener la fertilidad del suelo sin que se pierdan determinados elementos. Mediante las raíces toman elementos químicos o sustancias del suelo y los transportan hasta tallos y hojas, posteriormente estos caen al suelo y se descomponen incorporándose nuevamente a él en niveles u horizontes distintos.
La vegetación es la principal fuente de humus o ácidos orgánicos que condicionan la descomposición de minerales.
Los microorganismos también realizan un papel importante ya que son los encargados de descomponer la materia orgánica para poder ser incorporada nuevamente al suelo y enriquecerlo. En climas fríos, por ejemplo, existen pocos microorganismos y por ello la materia orgánica se acumula incluso formando capas de turba.
e) Clima: es el factor más importante, en parte porque regula otros factores tales como la actividad biológica. Los elementos más influyentes dentro del clima son la temperatura y humedad.
La temperatura y la humedad regulan la actividad química del suelo. A mayor temperatura y humedad las reacciones químicas son más rápidas, existen más microorganismos, etc., y todo ello provoca mayores y más rápidos cambios químicos.
Cuando se originan cambios climáticos importantes, el suelo se puede modificar hasta quedar en equilibrio con las nuevas condiciones ambientales.
En la siguiente página puedes encontrar información muy detallada sobre cada uno de estos factores y de qué modo afectan a la formación de los suelos:
Verdadero Falso
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