La literatura en la segunda mitad del Siglo XIX: El Realismo. La novela realista en la europa continental
María comienza esta nueva aventura -una nueva Unidad para ti- con entusiasmo. Relee el mensaje de Juan, la cuarta entrega de adivinanzas que su amigo le ha enviado, y reflexiona sobre el párrafo inicial. Para ella, una gran aficionada a leer novelas, es la mejor invitación posible y está deseando descubrir esas lecturas de las que le habla Juan:
"¿Sabes que este es, probablemente, el período de la literatura universal en que se escriben las mejores novelas de todos los tiempos? Si te gusta viajar en el tiempo y en el espacio para descubrir otros mundos, conocer personajes fascinantes y profundizar en los enigmas del ser humano, aquí encontrarás materiales imprescindibles."
El Realismo será la tendencia literaria que predomine durante el siglo XIX. La novela realista refleja el ascenso de la burguesía, el crecimiento de las ciudades, el protagonismo social y político que reclaman las clases medias, y la aparición de una clase trabajadora cada vez más numerosa. Todos los sucesos políticos importantes de esta época serán retratados en las novelas: las guerras napoleónicas, las revoluciones liberales y las luchas obreras. Pero también la vida cotidiana, con temas como el adulterio, la pobreza o el arribismo (ambición desmedida por ascender en la escala social), será un motivo de inspiración para el escritor realista.
Al mismo tiempo, la alfabetización de amplias franjas de la población, el desarrollo de la industria editorial y la expansión de la prensa, donde a menudo aparecen novelas en forma de folletín, provocan la aparición de un numeroso público lector que espera con impaciencia las novedades literarias. En esta época surge la figura del escritor profesional, que llegará incluso a dirigir verdaderos talleres de fabricación de novelas, formados por equipos de "negros" que trabajan para él.
Es imposible resumir la amplia variedad de la narrativa del Realismo en unos pocos puntos, pero estas son algunas de sus características más importantes:
- Narrador omnisciente: el narrador lo sabe todo acerca de sus personajes -su pasado, sus pensamientos...- y utiliza la tercera persona para desplegar un amplio abanico de acciones y descripciones que le proporciona al lector todos los detalles necesarios.
- Estilo sencillo: el narrador tiende a poner su estilo al servicio de la narración, que es lo más importante.
- Verosimilitud: las historias narradas deben ser creíbles para el lector, excluyendo la intervención de lo maravilloso y lo sobrenatural.
- Contemporaneidad: la acción se sitúa con preferencia en la época contemporánea al lector, que puede leer así la novela como un documento social de actualidad.
- Conflicto individuo/sociedad: a menudo, las novelas realistas recurren al tema del enfrentamiento entre el individuo y la sociedad, que suele saldarse con el fracaso de aquel.