5. Ejercicios resueltos
Caso de estudio
Vamos a repasar la unidad con la lectura y el comentario del cuadro primero de la gran obra de Alfonso Sastre, La mordaza, un alegato contra la censura franquista que él mismo padeció en varias ocasiones. Se trata de una obra en seis cuadros y un epílogo que cuenta la historia de Isaías Krappo, el patriarca de una familia a la que tiene doblegada. Una noche recibe la visita de un extraño que le amenaza con matarlo por lo que hizo a su familia durante la guerra acaecida en el país. Isaías lo sigue y lo mata, y aunque su familia lo sabe, solo su nuera rompe la mordaza del silencio, compuesta de miedo, respeto y fidelidad familiar. Isaías muere en prisión y eso alivia a sus hijos.
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"ISAÍAS.- No deberías ser tan cruel conmigo, Luisa. Deberías respetarme más de lo que lo haces. Podríamos ser buenos amigos si tú quisieras.
LUISA.- Usted no me es simpático. No lo puedo remediar.
ISAÍAS.- Antes me has obligado a decirte delante de todos unas cosas poco agradables. He tenido que hacerlo para que ellos no sientan en mí ninguna debilidad. Estaría perdido. Pero tú sabes que no he tenido intención de ofenderte. Te lo he dicho para que ellos lo oigan; pero tú sabes que siento un gran afecto por ti.
LUISA.- No me interesa para nada su afecto.
ISAÍAS.- Eres dura conmigo..., eres muy cruel... ¿Qué te he hecho para que seas así?
LUISA.- No me ha hecho nada. No es preciso que me haga nada para que yo sienta por usted esta..., esta aversión... Le he dicho que no lo puedo remediar.
ISAÍAS.- Desde el principio, desde que Juan te trajo a la casa, he pretendido ser amigo tuyo... Pero tú me has rechazado siempre..., me pones mala cara, me huyes..., o te enfrentas conmigo delante de todos y me faltas al respeto... ¿Por qué eres así? No quieres decirlo, pero lo sé. ¿Te crees que no lo sé? Te contaros cosas sobre mí antes de venir a la casa... Te previnieron contra mí... La mala gente... ¿Qué te dijeron?
LUISA.- Nada. Nadie me dijo nada.
ISAÍAS.- Estás mintiendo. Te dijeron que yo era un mal hombre..., que era un viejo de malas costumbres, ¿a que sí? (Ríe.) Que era un viejo que no se resignaba a serlo y que todavía trataba de procurarme diversiones. Te dirían que trataba de divertirme con chicas jóvenes..., que andaba detrás de las criadas y que no perdonaría ni a la mujer de mi hijo... ¿Te dijeron eso? Me conozco a la gente del pueblo... Me sé sus mañas y sus envidias de siempre... No me perdonan que esté fuerte y que tenga dinero..., el dinero que yo me he ganado con estos puños trabajando como una bestia. ¿Y qué más? ¿Qué más te han dicho? Que durante la guerra fui cruel y que hicimos barbaridades en los pueblos de la comarca... Que asaltamos trenes y pusimos bombas... Que matamos a mucha gente... ¿Y quién te ha dicho eso? Algún cobarde que se estaba en su casa mientras ocurrían todas esas cosas..., mientras los demás luchábamos por su libertad y por la dignidad que él no tenía.
LUISA.- Se equivoca. Nadie me ha hablado de usted antes de venir a esta casa.
ISAÍAS.- ¿Te crees que no sé lo que se dice en el pueblo de mí?
LUISA.- Yo nunca he hecho caso de lo que se dice en el pueblo. Yo hubiera podido llevarme bien con usted a pesar de las cosas que he podido oír en el pueblo..., de las cosas que he oído, aunque nadie me las haya dicho.
ISAÍAS.- Todos lo cuentan como si otro lo dijera. Me tienen miedo. Me atacan desde la oscuridad. Son una raza de reptiles blandos y pegajosos, una raza de cobardes.
LUISA.- Hay quienes hablan bien de usted. Hay quienes lo admiran.
ISAÍAS.- Los viejos compañeros de la resistencia, los de la partida; ya lo sé. Aquéllos fueron unos buenos días que ninguno podremos olvidar. (LUISAhace un gesto de fatiga y de calor. Se desabrocha un botón de la blusa y se pasa la mano por la frente.) Tienes mucho calor, ¿verdad?
LUISA.- Sí. Hace mucho calor. Si corriera un poco de viento... Pero así es insufrible.
ISAÍAS.- Esta casa sigue siendo un horno en el verano. No he conseguido nada rodeándola de árboles. Siento que tengas tanto calor, Luisa..., aunque te sienta bien... (Se acerca a ella.) Te sienta bien... este calor...
(LUISA lo ve acercarse con repugnancia. Aparece JUAN en la puerta.)
JUAN.- Si quieres, Luisa, podemos irnos a dormir. (ISAÍAS se vuelve hacia su hijo.)"
1. Argumento e interpretación del fragmento.
2. Ejercicios sobre el texto.
a) Caracterización de los personajes que intervienen.
b) Presentación del conflicto.
3. Gramática. Analiza sintácticamente la siguiente oración:
"¿Te crees que no sé lo que se dice en el pueblo de mí?"
4. En el texto hay muchas expresiones pertenecientes al campo semántico de los afectos personales. ¿Qué significados adquieren en el texto?
- Aversión.
- Enfrentarse.
- Repugnancia.
5. Contenido.
- Analizar la evolución del teatro posterior a 1936.
- El teatro realista y social a partir de 1949. Autores y obras.
- Características generales del teatro de Alfonso Sastre.