1.3. Riesgos de las zonas costeras

Imagen de playa bajo licencia Creative Commons (Wikimedia Commons), autor: Gerardo Valente; imagen de satélite de Google Maps

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Analiza y argumenta qué consecuencias puede tener la construcción de un puerto como el que aparece proyectado en la animación anterior.

Las zonas costeras son las más pobladas del planeta debido a la gran influencia del turismo. En estas zonas cualquier riesgo potencial se incrementa al ser mayor la densidad de población. Los más importantes se deben a la alteración de los procesos de erosión-sedimentación.

Al ser zonas muy pobladas la acción del hombre es también mayor. Especialmente importante son los impactos (y riesgos asociados) que se originan al construir edificaciones, vías cercanas a la costa o alterar su fisonomía (al extraer arena, invadir el medio marino, construir diques, puertos...).

Los principales riesgos derivados de los procesos erosión-sedimentación costera son:

Interrupción de la corriente de deriva

Las corrientes de deriva son las encargadas de transportar los materiales procedentes de la erosión de los acantilados y de los aportados por los ríos al mar, y depositarlos a lo largo de la costa formando playas, flechas litorales, tómbolos, etc.

Esta circulación de las corrientes y, por tanto, del proceso de erosión/sedimentación, se ve alterado en ocasiones por intervenciones humanas como la construcción de espigones artificiales, puertos deportivos, muelles, etc. Estas construcciones actúan como obstáculo de manera que la sedimentación se produce en la zona anterior a las mismas, originando nuevas playas y una intensa erosión detrás de la estructura construida.

Eliminación de arena del sistema costero

En ocasiones se extraen arenas de las playas o de sistemas dunares cercanos a la costa con diferentes fines como construir paseos marítimos, edificar, abastecer de arena a otras playas, etc.

Esta actuación tiene consecuencias graves sobre la costa como un incremento de la erosión costera por la pérdida de una reserva de arena que serviría para la restauración de la propia playa tras los temporales, o un aumento de los daños tras las inundaciones costeras, al eliminar el dique natural que constituían las dunas y que actuaba de barrera protectora.

Derivados del retroceso del acantilado


En muchas ocasiones se realizan construcciones demasiado cercanas a las costas, sobre sus acantilados, de manera que cuando se produce erosión en estos lugares, principalmente como consecuencia de los grandes temporales, puede llegar a producirse derrumbes importantes.
Para prevenir estas situaciones se suelen construir muros junto a la base de los acantilados, pero esta medida en ocasiones origina nuevos riesgos, como la desaparición del retroceso de la playa, ya que durante los temporales las olas adquieren más fuerza al chocar contra estos muros y arrastran la arena de la playa mar adentro y sin retorno.

Alteraciones de la dinámica de los deltas

Los deltas se originan cuando existe un equilibrio entre los sedimentos transportados por los ríos y unas corrientes de deriva poco intensas. Cualquier alteración de esta doble dinámica costera, bien por la pérdida de aportes desde el río (deforestación o establecimiento de embalses) o por variaciones en las corrientes de deriva, se originarán graves modificaciones de su dinámica.

 

Imágenes bajo licencia Creative Commons. Espigón, autor:Monika Dydek; Paseo marítimo y contrucciones sobre acantilado (imágenes banco de recursos del ISFTIC)

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Lee el siguiente artículo del periódico Las Provincias

LA CULTURA DEL LADRILLO EN LA COSTA Y LA SEQUEDAD DE LOS RÍOS CAUSAN LA EROSIÓN

Tradicionalmente se ha echado siempre la culpa de la erosión de las playas a los puertos y brazos de mar. Pero esta es tan sólo una de las variantes que influyen en el desequilibrio de las corrientes marinas y el tránsito natural de la arena.

El estudio de la dinámica del litoral, realizado por la Universitat Politécnica de Valencia bajo la dirección del catedrático de Puertos Josep Serra, apunta otros dos causantes importantes de la erosión marina. El primero es la gran presión urbanística en la costa y el hecho de que los ríos de la Comunitat han dejado de aportar áridos a las playas.

En los últimos 50 años, prácticamente toda la primera línea de playa desde Dénia hasta Cullera ha sido construida. Las edificaciones se han realizado sobre la arena, "con lo que la pérdida de áridos para que circulen de forma natural entre las playas es importantísima", indicó Serra.

A esto se suma el hecho de que muchas de las construcciones son elevadas y cambian el comportamiento de las brisas, un factor que también ayuda a alterar el proceso natural de la deposición de arena.

La presión urbanística a la que está sometida la costa valencia en general, y la de la Safor en particular, no hace sino contribuir a la regresión del litoral.

Los efectos más inmediatos son varios, como la destrucción de los cordones dunares "que convendría regenerar". Lo que hasta ayer era una hipótesis "que la cercanía entre construcciones y arena perjudicaba la costa", hoy queda corroborado. La construcción de presas y los cambios registrados en los ríos valencianos en las últimas décadas han hecho, a su vez, que el traslado de sedimentos hasta las desembocaduras en el mar sea mucho menor del esperado. "Las playas se alimentan fundamentalmente de los áridos que depositan los ríos y ahora ya no tienen esa fuente", explicó el catedrático de Puertos.