Crisis de creencias y valores. La literatura en la primera mitad del siglo XX: La renovación literaria. La poesía hasta la II Guerra Mundial
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Visión simultánea, de Umberto Boccioni. Imagen en Wikimedia Commons bajo dominio público |
Durante la primera mitad del siglo XX, la literatura oscila entre la continuidad y la renovación.
Tanto en la narrativa como en la poesía y el teatro se producen intentos de renovar radicalmente el lenguaje literario: son las llamadas vanguardias, que cambiarán definitivamente nuestra concepción del arte y serán motivo permanente de discusión, hasta en nuestros días.
Pero por otra parte surgen poderosas individualidades que no reniegan de la gran tradición literaria, aunque sea para juzgarla críticamente. Escritores como Marcel Proust, Franz Kafka o William Faulkner desarrollan su obra en diálogo con los grandes autores del pasado.
De la misma forma, podemos distinguir en la poesía de la primera mitad del siglo XX dos grandes tendencias, aunque sea injusto encuadrar a los grandes poetas en esquemas rígidos:
- Una lírica heredera del simbolismo, que continúa esa corriente y profundiza en ella. Se trata de una poesía reflexiva, de tono evocador, que se plantea los grandes interrogantes de la condición humana con un lenguaje cuidadosamente elaborado, y a veces con el uso consciente de las formas poéticas tradicionales, que algunos autores reivindican. En esta tendencia podemos situar a autores como el checo Rainer Maria Rilke o el francés Paul Valéry, figura emblemática de la llamada poesía pura.
- Una poesía de ruptura, que aspira a fundar un nuevo lenguaje poético sobre las ruinas de la lírica tradicional. Se trata de las vanguardias, una sucesión de movimientos, muchos de ellos de vida efímera, en los que los jóvenes artistas de principios de siglo unen la poesía, la música, la pintura y otras artes. El verso libre, la abolición de convenciones como la rima, y el uso de imágenes audaces, incluso abiertamente irracionales, caracterizan movimientos como el futurismo, fundado por el italiano Filippo Tommaso Marinetti y el surrealismo, liderado por el francés André Breton.