El discurso literario. La literatura del siglo XIX: Realismo y Naturalismo
Sumergirme en la poesía de los posrománticos me trajo a la memoria muchas sensaciones y sugerencias y me hizo comprender mejor la poca poesía posterior que había tenido ocasión de leer. Amalia me propuso un ejercicio de instrospección: intentar componer un poema sobre mi situación vital actual, imitando en lo posible la estética becqueriana.
Tras varios infructuosos intentos, tuve que reconocerle mi falta de inspiración.
- No es falta de inspiración -me aseguró conciliadora Amalia-, es que el motivo que hemos elegido para esa composición no se presta mucho a elucubraciones líricas; más bien casa con otro tipo de estética y enfoque, con un tipo de literatura más pendiente de los acontecimientos cotidianos.
- Y, ¿dónde busco ese enfoque?
"En la literatura realista", me respondió. Y entonces me descubrió la gran novela realista, la ruptura antirromántica que supuso, y me habló de sus grandes autores. Bien es verdad que yo algo había leído de ellos, pero casi siempre me habían parecido "novelones" demasiado densos. Amalia me ha convencido de que no es así en absoluto. Quiere que me ponga al día sobre las características generales del Realismo antes de abordar dos o tres grandes autores. Ya me conoce y sabe perfectamente que es eso lo que más me gusta: desentrañar el sentido de las obras a través de su lectura.
Reflexión
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Autor: Diego Rivera. Licencia Creative Commons
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"La historia de toda sociedad hasta nuestros días no ha sido sino la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros jurados y compañeros; en una palabra, opresores y oprimidos, en lucha constante, mantuvieron una guerra ininterrumpida, ya abierta, ya disimulada; una guerra que termina siempre, bien por una transformación revolucionaria de la sociedad, bien por la destrucción de las dos clases antagónicas."
Carlos Marx y Federico Engels, Manifiesto comunista
