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Existen una serie de estrategias que pueden ayudarnos. Entre ellas, es interesante que nos fijemos en el título del texto y, en su caso, en las ilustraciones que lo acompañen. Comprobaremos que ambos nos orientarán sobre su contenido. Por supuesto, es necesario, que hagamos una lectura atenta del mismo, empleando el diccionario si desconocemos el significado de algún término o intentando deducirlo a partir del contexto.

Además de estas, hay otras técnicas que queremos que conozcas en este tema, cuya eficacia podrás constatar en tus propios estudios. Te ayudarán, además, a mejorar tus escritos. Aprenderemos a realizar resúmenes, esquemas y mapas conceptuales; pero, además, hemos de hacer incidencia en la presentación de los mismos, respetando las normas esenciales de ortografía y redacción, empleando una caligrafía legible (si el texto es manuscrito).

Nunca está de más recordarte que una de las mejores formas de mejorar en todos estos asuntos es la lectura. Con ella comprobarás cómo mejora tu expresión escrita (redacción y ortografía), aumenta tu bagaje cultural, porque aprendes nuevos conocimientos, y adquieres mucha información; se ampliarán tus horizontes, ya que a través de ella podrás conocer otros mundos, costumbres, gentes; llenará tu tiempo de ocio; te despertará el espíritu crítico y te reportará muchas más satisfacciones.