5. Todos somos mortales
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"¡No hay nada más normal que tener miedo de la muerte! La expresión de esos miedos puede seguir diferentes caminos: miedo de lo desconocido, miedo de alejarse de los que amamos, miedo de sufrir... Si tenemos miedo de la muerte, es porque todo en nosotros aspira a la vida. Además, es llamativo ver con qué energía el hombre se defiende contra la muerte, hasta los últimos momentos."Fuente: www.1000questions.net
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Imagen 21. Autor: MesserVoland. Licencia Creative Commons
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Sabías que...
- Cuando muere una persona, el oído es el último sentido en perderse, el primero suele ser la vista, seguido del gusto, el olfato y el tacto.
- Una cabeza humana permanece consciente de 15 a 20 segundos después de haber sido decapitada.
- Ahora lleva más tiempo la descomposición del cuerpo debido a los conservantes de los alimentos que comemos hoy en día.
- La práctica de enterrar a los muertos podría datar de hace 350.000 años, tal y como quedó evidenciado en la fosa de Atapuerca (España).
- A los tres días de la muerte, las enzimas que una vez digerían tu cena comenzarán a devorarte. Las células fracturadas se convertirán en comida para las bacterias vivas del intestino, las cuales liberarán suficiente gas tóxico como para inflar al cadáver y forzar a los ojos a que se salgan de las órbitas.
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- Muerte aparente. Es aquella en la que desaparecen aparentemente los fenómenos vitales. Disminuye los latidos cardiacos, la respiración, la tensión, hasta llegar a estar inconsciente. El sistema nervioso está en menor densidad y con menos reflejos.
- Muerte relativa. Prolongación de la agonía, se suspenden de forma efectiva y duradera las funciones nerviosas, circulatorias, respiración; siendo posible todavía, mediante maniobras de reanimación, la recuperación en algunos casos.
- Muerte intermedia. Se produce una extinción/desaparición progresiva e irreversible de la actividad biológica de los diferentes órganos y tejidos.
- Muerte absoluta. Desaparición total/absoluta de cualquier actividad biológica del organismo.
Imagen 23. Autor: Silvestro Lega. Dominio público |
Este es un aspecto muy importante, sobre todo a la hora de plantearse cualquier donación de órganos para transplante.
En España, el Real Decreto 426/1980, de 22 de febrero, por el que se desarrolla la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre extracción y trasplante de órganos, establece que (puedes acceder a algunos de los términos citados clicando en ellos):
Artículo 10: Los órganos para cuyo trasplante se precisa la viabilidad de los mismos sólo pueden extraerse del cuerpo de la persona fallecida previa comprobación de la muerte cerebral, basada en la constatación y concurrencia, durante treinta minutos, al menos, y la persistencia seis horas después del comienzo del coma, de los siguientes signos:
a) Ausencia de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de la conciencia.
b) Ausencia de respiración espontánea.
c) Ausencia de reflejos cefálicos, con hipotonía muscular y midriasis.
d) Electroencefalograma "plano", demostrativo de inactividad bioeléctrica cerebral.
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Imagen 24. Autor: Hans Berger. Dominio público |
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