2.4. Estilógrafos y rotuladores
Sus antecedentes son el tiralíneas y las plumillas. Los estilógrafos facilitan el entintado, pues evitan que la tinta se derrame sobre el papel al realizar el trazado.
Se fabrican en plástico y metal, generalmente se presentan en estuche formando una serie normalizada, expresada en milímetros:
- Serie 1: 0.1, 0.2, 0.3, 0.4, 0.5, 0.6, 0.8 y 1.2
- Serie 2: 0.18, 0.25, 0.35, 0.5, 0.7, 1, 1.4 y 2.
Los nuevos materiales y los avances tecnológicos han permitido la fabricación de una nueva serie de estilógrafos más sofisticados para un uso más específico: la delineación sobre poliéster o los destinados a los trazadores digitales (plóter).
El estilógrafo necesita una buena limpieza y conservación, pues si la tinta que se deposita en su punta se seca puede quedar inutilizado. Para evitar esto se suele limpiar con agua de manera periódica y en algunos casos con el empleo de ultrasonidos.
La tinta que se usa en los estilógrafos es la llamada tinta china, es soluble al agua.
De gran calidad, seca con rapidez, no se emborrona, se puede aplicar sobre papel, acetato y poliéster y permite un trazado permanente, resistente a la luz y el agua. Generalmente es de color negro intenso, aunque también se suelen usar otros colores: el rojo y el azul.
VÍDEO:cómo cargar de tinta un estilógrafo
Fabricado por casi todas las marcas de estilógrafos en distintos grosores (0.2, 0.4, 0.8, etc.) tiene la ventaja de ser económico y desechable (no necesita limpieza) pero en cambio su tinta no es indeleble. Esta desventaja puede ser un gran inconveniente, pues si después de entintar borramos el dibujo a lápiz, el entintado pierde opacidad y brillo. Para evitar esto es recomendable borrar primero el trazado a lápiz, dejando las líneas básicas, de manera que después de entintarlas con el rotulador no sea necesario borrar.