3. Riesgos e impactos ambientales
Aunque en unidades anteriores ya hemos utilizado los términos de impacto y riesgo (impactos sobre la atmósfera e hidrosfera, o riesgo sísmico y volcánico), es en esta unidad donde nos vamos a detener para diferenciar ambos conceptos, en concreto, para definir detalladamente el segundo término.
A pesar de que ambos conceptos son claros y, a priori, fáciles de diferenciar, hay ocasiones en las que impacto y riesgo van de la mano. La misma acción humana puede originar impacto y a la vez incrementar el riesgo. Por ejemplo, al desviar el cauce de un río se puede incrementar el riesgo de riada en una zona, o la tala de árboles y destrucción de taludes puede inducir el deslizamiento de laderas.
Riesgo
Se denomina riesgo a todo proceso que pueda generar daños en una población, en el medio ambiente o provocar pérdidas económicas.
A grandes rasgos, se pueden clasificar los riesgos en tres grandes grupos:
Riesgos naturales |
Pueden ser de diversos tipos:
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Riesgos tecnológicos o culturales |
Se producen por fallos humanos (accidentes nucleares, mareas negras..) o modos de vida peligrosos (conducción temeraria, malos hábitos alimenticios...)
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Riesgos mixtos |
Resultado de la intensificación de los riesgos naturales debido a la acción humana (por ejemplo, aumento del riesgo de riada en una zona debido a la alteración del cauce natural de un río).
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A la hora de evaluar un determinado riesgo es necesario tener en cuenta una serie de factores:
Peligrosidad (P) |
Se define como la probabilidad de que un lugar, durante un intervalo de
tiempo determinado, sea afectado por un determinado fenómeno. Para
calcularlo se deben considerar las siguientes características:
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Exposición
(E)
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Se refiere al número total de personas o bienes sometidos a un determinado riesgo. Representa la cuantificación, en términos de vidas humanas, de coste, etc. de los elementos susceptibles de ser afectados por el evento considerado. |
Vulnerabilidad (V) |
Es el porcentaje esperado de daño (pérdida) que van a sufrir los bienes expuestos si ocurre el evento y se expresa en % del valor total del elemento en riesgo.
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Así, el riesgo puede evaluarse como el producto de tres factores: peligrosidad, vulnerabilidad y exposición.
Conocer el valor de estos factores en los distintos puntos de una zona permite elaborar mapas (de peligrosidad, riesgo..) que son muy útiles para predecir y prevenir posibles catástrofes.
Para disminuir este valor podemos realizar una planificación del riesgo. Las medidas que se pueden adoptar se basan fundamentalmente en dos tipos:
- Predicción. Referida tanto al factor espacial (dónde va a ocurrir), temporal (cuándo va a ocurrir) como relacionado con la intensidad del evento. Para ello es importante la elaboración de mapas de peligrosidad.
- Prevención. Se refiere a medidas que minimicen los posibles daños. Éstas pueden ser de carácter estructural (medidas de construcción, tecnológicas..) o no estructurales (elaboración de mapas de riesgo, educación y realización de simulacros con la población de riesgo...).
Mapa
de peligrosidad para Tenerife. Izquierda: probabilidad de riesgos
producidos por coladas de lava;Derecha: Probabilidad recubrimiento de
más de 10 cm de ceniza tras erupción. Ministerio de Fomento
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La frecuencia con la que se repite un determinado riesgo.
Son prevenibles, pues en ocasiones se deben a fallos o negligencias humanos.
Son las medidas tomadas para que los daños sean los menores posibles.
Son las personas o bienes que pueden sufrir ese riesgo.
Suelen agravarse por una mala gestión y planificación humana.